Buenos Aires, 2 de julio. El presidente de Bolivia, Evo Morales, analizó el momento de resistencia democrática y descolonización que vive América Latina, la importancia de la integración regional en esta hora de los pueblos y anunció que visitará a su colega Hugo Chávez Frías en Cuba, donde el mandatario venezolano recibe tratamiento contra el cáncer.

En entrevista con La Jornada, Morales destacó la valentía y la fuerza con que su colega comunicó a su pueblo y al mundo sobre su situación y recuperación. Nos alienta a todos, señaló, y condenó acciones de medios de comunicación como CNN que escandalizan, dramatizan y especulan con enfermedades.

¿Acaso porque somos presidentes no tenemos derecho a enfermarnos? Incluso estamos más expuestos, por todas las exigencias que tenemos. Nos preguntamos de qué dignidad hablan cuando un presidente antimperialista o independiente se enferma y festejan y muestran satisfacción, sabiendo que eso es un dolor para los pueblos que los eligieron. ¿Qué clase de seres humanos son los que festejan tragedias, los que amenazan de muerte a presidentes y políticos que no pueden controlar?, cuestionó.

Habló de la urgente necesidad de encontrar una salida negociada a lo que sucede en Libia y terminar con la intervención extranjera y los bombardeos de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) contra ese país.

Debiera aceptarse ya una salida como las que han propuesto países de África. Condenamos esa situación y todo tipo de intervención. Además no se puede entender que se ordene la captura de un presidente (Muammar Kadafi) que está bajo el bombardeo constante de fuerzas extranjeras. Algunos presidentes europeos están totalmente equivocados, y en lugar de ser juzgados quienes bombardean, quieren juzgar a los que enfrentan una intervención militar. Apoyamos toda iniciativa de paz que respete la autodeterminación del pueblo y la soberanía de Libia.

El mandatario boliviano estuvo dos días en Argentina para firmar acuerdos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien –por teleconferencia– inauguró el gasoducto Juana Azurduy, en Yacuiba, zona fronteriza. Puso como ejemplo para el mundo esos pactos, que consideró un símbolo de integración energética respetuosa.

Agradeció a la mandataria su fuerza y voluntad para continuar la política de integración y hermandad latinoamericana, y afirmó que dieron un ejemplo a un mundo con tantas crisis mostrando un acuerdo que surge de un trabajo conjunto de compartir y no de competir. Es un ejemplo de complementariedad, de acuerdo energético que beneficia a los dos países. Demostramos como presidentes de Sudamérica la capacidad de complementarnos cuando se nos presentan algunos problemas en lo económico, en lo comercial, pero también en lo político. Nos hemos ayudado con desinterés y en favor de nuestros pueblos.

En cuanto al momento político que vive América Latina, destacó una serie de avances en el camino de una integración que tiende a profundizarse y de esta manera estar más fuertes para enfrentar las amenazas de cada momento. Hemos dado pasos en el Consejo de Defensa Suramericano a favor de la defensa de nuestros recursos naturales, del territorio, de nuestros derechos, de la soberanía de nuestros pueblos, de la descolonización y en ningún caso orientados a atacar a otros países de la región ni del mundo.

Morales consideró que los pueblos de Sudamérica y Latinoamérica estamos ganando frente al imperio tres a uno, porque hubo cuatro intentos de golpes de Estado: Venezuela, en 2002; en Bolivia (en 2008), en contra de este presidente; luego en Ecuador en 2010, todos rechazados por los pueblos. Ganamos tres a uno, como nunca había sucedido, y lamentablemente pudieron hacerlo en Honduras.

Destacó la presencia popular contra ese golpe y una posición muy fuerte en contra del golpismo en países de nuestra región y del mundo hizo que desde el propio actual gobierno de Honduras se buscaran negociaciones para salir del aislamiento, y aunque el golpe no se puede cambiar, tuvieron que aceptar el regreso de Manuel Zelaya, un mandatario elegido por el pueblo al que secuestraron de su casa, llevaron fuera del país y desterraron. Su regreso debe ser visto como un triunfo político y también como un triunfo para el pueblo de Honduras, que nunca dejó de resistir y ahora se organiza abiertamente. Nosotros tenemos la responsabilidad de seguir observando lo que pasa allí y de seguir garantizando las revoluciones democráticas, de voto por voto, una experiencia de estas nuevas décadas donde se avanza con muchas dificultades, pero con grandes logros.

Advirtió que las políticas de golpe de Estado fracasarán porque hay un sentimiento de los pueblos de liberación, y con el triunfo de Ollanta Humala en Perú se ve decisión. Cada triunfo ha enfrentado una guerra sucia y de medios, pero los pueblos eligen. América Latina está llevando adelante una resistencia democrática voto a voto.

Se consultó a Morales sobre nuevos datos que muestran que su país ha dado fuertes golpes al narcotráfico. Destacó que “nosotros hemos comenzado a organizar nuestra propia lucha. Yo estaba convencido de que la DEA (cuya salida de Bolivia dispuso el mandatario en 2009) no lucha contra el narcotráfico, sino que lo controla con fines políticos. Así lo comprobamos nosotros. Con fines políticos hacían operativos para implicar a dirigentes sindicales o dirigentes políticos o gobiernos antimperialistas, independientes. Sin la DEA comprobamos que se da mejor la lucha contra el narcotráfico, a pesar del permanente sabotaje de Estados Unidos. Queremos recordar que dentro de las políticas de lucha contra el narcotráfico a nivel mundial hay responsabilidades compartidas de las que Estados Unidos se desliga. No invierte en las verdaderas políticas antinarcotráfico, sabiendo que el origen de éste es el mercado ilegal. Y la responsabilidad que existe en el consumo masivo”.

Además Morales relata que se ha incorporado un nuevo apoyo, que son las comunidades campesinas que colaboran para detener ese flagelo. Dice que han logrado detener a traficantes y paramilitares colombianos con la colaboración de las comunidades campesinas y eso es parte del esfuerzo, pero nosotros no permitiremos más muertos como fue la experiencia del pasado.

Ante la crisis en el mundo y especialmente en Europa señala que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) es una esperanza y ejemplo no sólo para la región, sino para el mundo.

Piensa que los países de Unasur que tenemos recursos naturales: gas, petróleo, litio, minerales, alimentos, de todo, debemos aliarnos como estados para darle valor agregado a estos recursos. Tal vez tengamos algunos problemas con tecnologías, conocimientos científicos, pero podemos lograrlo. Nosotros estamos construyendo, y no destruyendo.

Destacó lo logrado por la Alianza Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), organismo que consideró una integración para la liberación económica y política, así como para la solidaridad.

Finalmente destacó que Unasur es una unión de estados plurinacionales con presidentes que dan confianza. Somos pueblos de paz, queremos doctrinas de defensa nuestras, una Sudamérica sin bases militares, un mundo sin bases militares. Estados Unidos gasta más de cien mil millones de dólares sólo para mantener esas bases, muchas de las cuáles están en Europa. Pensemos en lo que podríamos hacer por nuestros pueblos con sólo una parte de esos fondos. Por eso nosotros buscamos otro mundo con justicia, igualdad, soberanía, respeto, y sabemos que es posible. También soñamos con los derechos de la madre tierra, salvar el planeta de la destrucción y liberar a los pueblos del mundo construyendo. Con todo lo que nos falta, somos el ejemplo, sin duda alguna.

Por Stella Calloni
www.jornada.unam.mx

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