Uno sabe, por eso del saber de la vida, que cuando se produce la eclosión como está sucediendo hacia el interior de ATE, el problema o las diferencias, generalmente vienen de lejos. Pero para ponerle una fecha, yo diría que la irrupción de esta fractura interna se produce con la 125. Como dicen ahora, ese fue el punto de inflexión. Sin regreso. Ahí fue, cuando la derecha más recalcitrante, aprovechando una coyuntura y con todos los tanques mediáticos de los grupos hegemónicos, se metieron en una cruzada destituyente hacia el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Fue un momento clave donde, o se frenaba a la derecha en su afán de volver a su esencia neoliberal o se defendía un gobierno que estaba impulsando una ley que tenía un claro objetivo, una mejor distribución de la riqueza.

Ese fue el momento donde mientras nosotros, digo, muchos compañeros de ATE y de la CTA con Hugo Yasky a la cabeza salimos a defender al gobierno, la conducción de ATE Nacional invita a Eduardo Buzzi, que en ese momento estaba enganchado con los sectores oligárquicos directamente golpistas que fogoneaban desde la famosa Mesa de Enlace, este intento destituyente. Bueno. Como decía, el Consejo Directivo de ATE lo invita a que en nuestro anfiteatro para que exponga su visión sobre el conflicto con el gobierno nacional y de la 125.

Creo que ahí, en esa gestual, nos quedamos sin retorno. Fue una decisión de una conducción que ya no respondía a sus bases, a las que tendría que haber consultado sin maniqueos y demás maniobras que –como sucedió con el fraude en las elecciones de la CTA- parecen ser algo asó como el folclore de esta conducción.

- ¿No hubo retorno?

Ya no. Como no lo hubo en la CTA que se terminaron yendo de una manera bastante lamentable. Y lo digo con dolor ya que hay compañeros con los que hemos luchado mucho tiempo, juntos. Tampoco creo que sea casualidad que hoy la lista Verde incorpore a sus filas al PCR y al MCT, dos agrupaciones que participaron del lado de los agroindustriales y oligarcas en su gesta destituyente.

Destituyente de un gobierno nacional que por lógica, había que salir a defender. Por su política con los Derechos Humanos, por el ALCA, por esta Latinoamérica que se viene gestando desde gobiernos progresistas, de que mira hacia abajo, que está de parte de los trabajadores y de los sectores más carenciados. Yo no lo voy a hacer propaganda a Cristina porque no la necesita. Lo que sí tenemos claro que ante medidas que favorecían a los de abajo, uno no puede colgarse del saco de la derecha golpista diciendo que no son tan zurdos como a uno le gustaría. Y después, sobre el pucho, meterse en ese Proyecto Sur que terminó en bochorno y ahora quedar colgado de Binner, por el cual tenemos mucho respeto pero no deja de hacer alianzas sospechosas y que en última apunta a favorecer a los sectores destituyentes.

Arrastrar a los trabajadores y compañeras de ATE por ese camino, les resulta muy pesado. No es fácil tirar por la borda una construcción nacional por visiones personales o de grupo, casi incomprensibles para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras. Arrastrarlos a quedar colgado del famoso ¡Grupo Ah!, impulsados a imponer un estado neoliberal.

- Marcelo “Nono” Frondizi, entonces sale la interna de ATE.

- Inevitable por esto que dije al principio, las diferencias vienen desde la profundidad, se hacen visibles en determinados momentos. Porque contra la dictadura o contra Menem, todo era fácil. El asunto es cuando hay que defender y apostar a profundizar un cambio como el que viene llevando primero Néstor Kirchner y ahora Cristina y, otra, es colgarse de la derecha y los grupos hegemónicos.

Y algo más, ante esta ya visible fractura, la conducción de la Verde (hablo de Capital que es mi distrito) se largan la vaciamiento de las seccionales, dejan de lado a las delegaciones que no les responden y apartan a los activistas y compañeros que no comparten su visión política. O en esta coyuntura electoral entre Macri y Filmus salen diciendo que dan libertad de voto, es decir, votar en blanco. Y es Macri, que nos está vaciando los hospitales, la salud, las escuelas, todo lo que sea Estado en su más pura perversidad neoliberal. Y ¿cómo se entiende esto? ¿Cómo lo entiende una compañera que tiene el salario congelado o que ve que su futuro va a ser privatizado y la llamar al no compromiso porque supuestamente, era apoyar a Cristina? Es lo que pasó. Y es donde se profundiza la fractura.

- ¿Y que pasa en el interior del país?

Los compañeros de provincia, digamos han hecho su armado…

- ¿La Azul?

- Sí. Somos la Azul y en Formosa, Chaco, Santiago del Estero, La Pampa, Corrientes Santa Cruz, en total son 12 provincias donde se hizo un armado casi espontáneo. Hay 15 seccionales en la provincia de Buenos Aires. Hay una fuerte en Rosario. Son datos. No se puede conducir un gremio contra las propias bases. No consultarlas. Consultarlas realmente, no con esos armados de asambleas que hacen o como digitan desde una posición de poder quien va y quien no va a una asamblea.

- ¿Por que no se hizo una lista nacional?

- Esto es resistencia espontánea. Nadie pensaba que íbamos a una fractura. Hay una historia, esta Anusate, está la figura emblemática de Germán Abdala. Por eso estamos ante una situación que hacia ya nuestra propia historia, nuestro propio corazón, es conflictiva. Nos hemos repuesto a eso. Vamos con la Azul y vamos a dar espacio a que surjan nuevas conducciones, que las bases tengan real participación y compromiso político. Hay que generar una nueva propuesta sindical. Bueno. Esto es un poco resumiendo lo que está pasando en ATE. Ya tenemos la elección encima y después, con los resultados en mano, veremos como buscamos un espacio donde todos los trabajadores y trabajadoras, se sientan parte de un colectivo, y como clase trabajadora.

- Vamos con la Azul.

- Claro. Un saludo a todos compañeros y compañeras.

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