La izquierda, en cambio, exige a los socialistas que hagan a un lado la tradicional política neoliberal de ajustes y recortes que debilitan la economía y que no dieron resultados positivos en ninguno de los países donde se aplicó.

El conservador Partido Popular (PP) exigió al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que adelante otra vez las elecciones generales, previstas para el 20 de noviembre, para frenar la grave situación financiera que vive España. “El gobierno debería reaccionar, debería tomar medidas, también en términos del calendario electoral”, dijo Cristóbal Montoro, el responsable de economía del PP.

Montoro indicó que el presidente, quien el viernes anunció que los comicios se adelantaban cuatro meses, se “equivocó” al no fijar antes la fecha de las elecciones y lo instó a no dejar que “la situacion se siga deteriorando”. Con su inacción, agregó en declaraciones a la radio Cope, “está alimentando la desconfianza” y haciendo a España “más vulnerable a esta situación”.

Según el dirigente del PP, España está siendo “penalizada” por los mercados, donde se duda sobre el crecimiento económico español y su capacidad de reducir el déficit público. “En definitiva, están dudando nada más y nada menos que sobre la solvencia de España, y esto hay que corregirlo de inmediato”, remarcó.

El riesgo país de España, diferencial entre el rendimiento del bono español a diez años y el alemán al mismo plazo, volvió a escalar ayer por la presión de los especuladores hasta alcanzar los 407 puntos básicos, nuevo récord desde la entrada del país al euro. Este es el segundo día consecutivo en que el riesgo país supera los 400 puntos, la frontera para que un país sea rescatado.

Pero a pesar de que estas subas hacen saltar las alarmas sobre la deuda, los expertos señalan que para llegar a un rescate el riesgo país debería mantenerse por encima de los 400 puntos de forma sostenida. En otras palabras, que los costos de los nuevos endeudamientos se elevaran tanto para España que terminaran amenazando las perspectivas de crecimiento.

En medio de esta fuerte presión de los especuladores, Zapatero suspendió sus vacaciones para seguir de cerca la evolución de la crisis. El candidato socialista a la presidencia del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció que la situación era “complicada”, pero señaló que España estaba “lejos” del rescate porque muestra “signos de recuperación”.
En cambio, el líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, advirtió que “si no se acaba de inmediato con la especulación financiera, España estará cada vez más cerca de ser rescatada por la Unión Europea”.

“Están haciendo terrorismo económico contra los países de la periferia de la zona euro”, dijo Lara e instó a presionar al Banco Central Europeo (BCE) “para que compre deuda soberana al interés con que presta a los bancos, el 1,5%, y que ellos utilizan para especular con la deuda de los países”.

Lara cree que el gobierno debe cambiar su política económica neoliberal para abordar el problema estructural de España. En particular, abogó porque el problema del déficit se encare aumentando el gasto y haciendo una reforma fiscal progresiva, y no con políticas de recortes que debilitan la economía y han resultado un fracaso tanto en España como en muchos países del mundo.

Por Cecilia Guardati Madrid / Télam

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