El presidente de Haití, Michel Martelly, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, discutieron hoy sobre la reducción de los efectivos militares y policiales de la ONU en ese país antillano.

El tema ocupó el centro de una reunión celebrada este lunes en la sede de la organización mundial en Nueva York, donde sesionan varias reuniones de alto nivel como parte del nuevo período de sesiones de la Asamblea General.

Esta es la primera visita de Martelly a la ONU desde su asunción al poder en mayo pasado.

En estos momentos el contingente de cascos azules en Haití está formado por casi nueve mil soldados y poco más de cuatro mil policías, tras el reforzamiento registrado a raíz del terremoto que asoló a la nación caribeña en enero del año pasado.

Esa fuerza fue señalada como causante del origen de la epidemia de cólera, mientras que varios de sus integrantes uruguayos están acusados de abusos sexuales contra un joven haitiano.

Según un reporte oficial divulgado aquí, la disminución de los efectivos será hasta los niveles existentes antes de aquella tragedia, cuando sumaban unos siete mil militares y mil 200 agentes policiales.

Martelly y Ban Ki-moon también analizaron el trabajo de la misión de la ONU en materia de administración y gobierno, agrega la información.

Hace tres días, el jefe de la misión de Naciones Unidas en Haití, Mariano Fernández, confirmó que más de 630 mil haitianos viven todavía en campamentos de refugiados y sostuvo que la epidemia de cólera aún representa una seria amenaza.

El terremoto afectó de manera directa a un millón 500 mil personas, con más de 300 mil muertos, un millón 300 mil que quedaron sin vivienda y 600 mil desplazados fuera de Puerto Príncipe, la capital, según datos del gobierno haitiano.

Además causó la destrucción total de 105 mil hogares y daños en otros 208 mil, así como el colapso o inutilización de mil 300 instituciones educacionales y 50 hospitalarias y de salud.

En tanto, el cólera ha infectado a 400 mil haitianos, con más de seis mil muertes, desde su aparición en octubre del año pasado, explicó el funcionario en una intervención ante el Consejo de Seguridad.

También instó a la comunidad internacional a cumplir sus compromisos de asistencia a Haití y llamó la atención sobre el impacto negativo de la precaria situación socio-económica en la estabilidad política en la nación antillana.

Al respecto, subrayó que la ayuda suministrada hasta ahora representa solo un 37,8 por ciento del total prometido para el período 2010-2011.

En marzo del año pasado, la ONU acogió en Nueva York una llamada conferencia de donantes que anunció ofertas de asistencia por cinco mil 300 millones de dólares para los primeros 18 meses posteriores al terremoto y nueve mil 900 millones para el decenio.
Por Victor M. Carriba para Prensa Latina

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