En el marco del sexto aniversario de la derrota del ALCA, un panel disertó en Mar del Plata sobre género, derechos humanos y pueblos originarios.

Por Matías Bustelo
Con un amplio espectro temático “Derecho de ciudadanía y democracia”, fue el nombre de una de las comisiones que debatieron en el marco del sexto aniversario del golpe mortal asestado en Mar del Plata al proyecto neoliberal llamado ALCA.

Desde el estrado, ante una nutrida y rica concurrencia que se citó en la escuela 6 de la ciudad balnearia, estuvieron Estela Díaz, representante de género de la CTA nacional, quien también ofició como coordinadora; Horacio Pietragalla, nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo; la nativa qom (toba) Gabina Ocampo, quien es además integrante del Encuentro Nacional de Pueblos Originarios. Los tres expositores disertaron, respectivamente, sobre género, derechos humanos y diversidad cultural.

La primera en tomar el micrófono fue Díaz, quien remarcó que “fueron los gobiernos de nuestra región, que cambiaron de signo, los que posibilitaron el NO al ALCA” y que “ahora el gran desafío es cultural”. Abocada luego a su especialidad en temas de género, Díaz reflexionó: “la resistencia a las políticas neoliberales tuvo a las mujeres como protagonistas” y hoy “las mujeres salimos a los espacios públicos para ser presidentas o ministras de defensa, para dirigir y participar”. Además, resaltó: “vamos por más calidad democrática y protagonismo de las mujeres” y que “hay que avanzar contra los prototipos de masculinidad y feminidad”. También afirmó: “sigue doliendo mucho la violencia de género”.

En mitad de la ronda de ponencias, se acercó al estrado el embajador venezolano en Argentina, Carlos Mendoza, quien tomó brevemente la palabra y reflexionó al respecto de la fama de belleza de las mujeres venezolanas, que a menudo arrasan con los concursos de ese tipo en todo el mundo: “no me siento orgulloso de que nos identifiquen con nuestras misses y había que pensar qué transmitimos con eso”. También sentenció: “la emancipación de nuestro pueblo pasa por la emancipación individual” y “no hay posibilidad de transformación en Nuestra América si no es sobre la base de los movimientos populares”.

Posteriormente, Ocampo inició sus palabras con un breve saludo en su idioma materno para luego decir: “toda práctica humana que supere la naturaleza biológica es una práctica cultural”. En este punto recordó la rica cultura qom y las luchas de los pueblos nativos, ejemplificada en el nombre de Bartolina Sisa, luchadora mártir de los aymaras. También puntualizó que el invasor europeo construyó “ciudades sobre nuestras ruinas sagradas” y los consideró “enemigos del progreso para justificar toda violencia y así apropiarse de nuestra tierra”.

Pietragalla, por su parte memoró el horror de una parte de su historia personal: “mi mamá fue asesinada y yo nací en la clandestinidad cuando mi padre estaba desaparecido”. Pero dijo: “ahora me llena de orgullo llevar el nombre de mi padre gracias a las Abuelas”. Luego, referenciándose en la historia argentina, comentó: “por suerte, esta ‘primavera camporista’ está durando mucho más que Cámpora y se está profundizando”.

Para concluir, Pietragalla adujo que las políticas argentinas actuales sobre derechos humanos “son ejemplo para América Latina” y finalizó sentenciando: “los mejor que hizo Néstor (Kirchner) fue decir ante la ONU que todos somos hijos de Madres y Abuelas”.

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