Autoreforma sindical, no es un "nuevo cuento" es una necesidad según lo expresan numerosos sindicalistas de distintas organizaciones en diferentes países, principalmente de las organizaciones base.

Si no agrada la palabra podemos denominarla como auto cambio, auto innovación, auto reingeniería, etc. De hecho así se está haciendo en varias organizaciones.

La disyuntiva es: o se auto generan cambios internos para poder sindicalizar y organizar a la mayoría de trabajadores y trabajadoras que lo deseen y sin exclusiones o varias organizaciones se desintegrarán o seguirán siendo meros cascarones y el sindicalismo no levantará cabeza, no saldrá de la crisis en la que se encuentra en la mayoría de los países, no surgirá del estado actual de subdesarrollo sindical, del fraccionamiento y la atonía.
 
Las tasas de sindicalización y las tasas de cobertura de la negociación colectiva en la mayoría de los países de América Latina, exceptuando en Argentina, Brasil, Nicaragua y Uruguay que son las más altas, no alcanzan el 10% y gracias a la sindicalización de los sector público, particularmente del sector enseñanza, salud y empresas públicas, porque si es sólo en el sector privado no llegan ni al 4%. Cuántos trabajadores del sector privado están sindicalizados en Chile, ¿el 2%?. ¿Cuántos jóvenes están sindicalizados? ¿Cuántas mujeres?. ¿Cuántos trabajadores-as desempleados-as? ¿Cuántos trabajadores-as tercerizados? ¿Cuántos trabajadores por cuenta propia de la economía informal?
 
Entonces, con franqueza, cuál es el nivel real de representación y representatividad de las organizaciones sindicales actuales en algunos país. Dónde está la fuerza organizada de los trabajadores y trabajadoras y la capacidad de movilización e incidencia para mejorar las condiciones de trabajo e incidir e influir en la sociedad. ¿Dónde está el poder sindical?
 
No estar de acuerdo con la auto reforma, es como decir que no se está de acuerdo con los siguientes retos, considerados como urgentes:
 
1. No sería este el momento de debatir libremente en cada organización cuál ha de ser el sistema de organización ideal para construir y acumular más poder sindical.
 
Una de las propuestas, de los ejes de los cambios que habrían de hacerse, es fortalecer la organización sectorial/territorial para aglutinar y vertebrar a los sindicatos de empresa en estructuras más solidarias y potentes, capaces de representar a todos los trabajadores-as del sector/territorio.
 
Dónde está la autonomía de los trabajadores-as para poder organizarse autónomamente como mejor convenga a sus fines.
 
Por qué la norma tiene que establecer las formas de organización sindical según sea el tamaño de la empresa, de manera que la organización sindical se derive de la ley y no de los estatutos sindicales, al igual que los procedimientos de elección de los dirigentes sindicales o acción sindical.
 
Tiene sentido que los trabajadores-as desempleados-as se les niegue el derecho de sindicalización, por qué aceptar que los trabajadores-as tercerizados han de tener una organización sindical distinta a los-as trabajadores estables, por ejemplo.
 
2. Contar con estrategias sindicales para poder sindicalizar a todos-as los-as trabajadores-as que quieran, sin importar el tipo de contrato, el tamaño de la empresa, si están desempleados, trabajando o jubilados debería ser una prioridad sindical. Ustedes piensan que con los actuales Códigos y sistemas de organización se pueden sindicalizar y organizar por igual a todos-as los-as trabajadores-as sin exclusiones ni excepciones.
 
Consideran que se está haciendo suficiente para sindicalizar y organizar a todos-as los-as trabajadores-as sin excepciones. Hay estrategias para sindicalizar y organizar a las trabajadoras, a los-as jóvenes, a los-as tercerizados-as, temporales, independientes/dependientes, autónomos, o a los trabajadores-as-as por cuenta propia. No es necesario acaso un mayor esfuerzo de sindicalización y auto organización de estos colectivos que generalmente no se está haciendo.
 
3. ¿Tiene sentido, para la mayoría de los trabajadores-as? una organización sindical que no es capaz de negociar convenios o pactos colectivos (es un forma de luchar) para defender y mejorar las condiciones de trabajo de sus afiliados-as y del conjunto de trabajadores-as-as.
 
Creen que se puede extender la negociación colectiva solo cuando está reconocida y se práctica en el ámbito de algunas empresas.
 
No son partidarios de trabajar por la extensión de la negociación colectiva principalmente a los ámbitos sectoriales de forma que puedan ser amparados por los convenios o pactos colectivos la mayoría de los trabajadores-as, a la vez que se amplían los contenidos y alcances de la negociación.
 
¿Hay disponibilidad de lucha por parte de las organizaciones sindicales para lograr una mayor extensión de la negociación colectiva?
 
4. La unida es el cuarto eje fundamental de fortalecimiento sindical, son necesarios mayores niveles de unidad sindical en cualquier de sus vertientes: de acción, programática y orgánica. Hay algo muy seguro, la unidad no se consigue descalificando al que no piensa exactamente como nosotros. Solo es posible desde el respecto a la pluralidad y le firme voluntad de construirla. Como todo en la vida no se podrá conseguir desde las trincheras del dogmatismo y la pura retórica de siempre y en esto no nos auto engañemos culpando solo al neoliberalismo.
 
5. Pero haya más retos, más cambios que hacer, el sindicalismo necesita más democracia, basada en liderazgos colectivos, más participación en los procesos de la toma de decisiones, más trasparencia, y gestionar las agendas de forma más estratégica y no tan reactiva, en vez de ir detrás de los acontecimientos y la coyuntura, repitiendo e improvisando.
 
Además, las organizaciones necesitan hacer cambios y esfuerzos par comunicarse mejor, con los afiliados-as y con la sociedad, si realmente se quiere que el sindicalismo sea un actor al que se le escuche y se tenga en cuenta.
 
¿Los trabajadores-as y la sociedad conocen las propuestas sindicales sobre los problemas que les preocupan? ¿Se puede movilizar sin convencer, y si puede convencer sin que nos escuchen?
 
En todo esto o se hacen cambios, auto reformas, o el sindicalismo se convertirá en un actor mudo sin posibilidad de que la mayoría de los-as trabajadores-as y el conjunto de la sociedad le respete y lo tome en serio.
 
O sino miremos a nuestro alrededor y escuchemos que dicen y se piensa del actual estado de los sindicatos en la mayoría de los países, exceptuando a los cuatro que mencioné anteriormente.
 
Esos cuatro países (Argentina, Brasil, Nicaragua y Uruguay) tienen en común que las estructuras sectoriales son columna organizativa de la central y la negociación colectiva sectorial, esto implica tasas de afiliación y de cobertura de la negociación colectiva muy superiores a las del resto de países que siguen con su sindicalismo basado solo en los sindicatos de empresa.
 
Pero no se preocupen y sufran los contrarios a los cambios mencionados, nadie les va a decir lo que tienen o no deben de hacer. Allá cada cual con su respectiva responsabilidad. Como es obvio, la autoreforma es una decisión soberana de cada organización, y cada una hará o no los cambios que se estimen convenientes y necesarios.
 
Hoy, en la actualidad, y como siempre, para defender y recuperar los derechos laborales, salarios dignos, seguridad social pública y solidaria, salud laboral, libertad sindical, negociación colectiva, igualdad y justicia social, es decir trabajo decente, es imprescindible organizaciones sindicales con mucho más poder y capacidad de movilizar e incidir, sino no se alcanzarán, más allá de las buenas intenciones y los bellos discursos que prodiguemos.

Sin organización potente nuestras voces y bellas intenciones se evaporarán como el eco en los desiertos.

Escribo y reflexiono desde la ventana del Proyecto "Apoyo a proceso de Autoreforma Sindical en los países de América Latina". Es un proyecto diseñado y generado desde la participación de varios dirigentes sindicales de distintas organizaciones de diferentes países, la mayoría afiliadas a la CSA y otras centrales sindicales.

El proyecto es un mero y modesto instrumento de servicio y apoyo a los procesos de autoreforma de aquellas organizaciones sindicales interesadas y decididas a emprender cambios para incrementar las tasas de sindicalización y de negociación colectiva, mejorar la democracia interna, fortalecer los espacios de unidad desde el respecto a la pluralidad, entre otros desafíos, con al finalidad de representar más eficazmente los intereses de los trabajadores y trabajadoras.

Publicado en la web de la CSI(*) por Luis Fuertes, coordinador técnico del Proyecto FSAL de la Oficina Regional de la OIT en Lima, Perú.

(*) La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Americas (CSA), es la expresión sindical regional más importante del continente americano. Fundada el 27 de marzo de 2008 en la Ciudad de Panamá, afilia a 66 organizaciones nacionales de 29 países, que representan a más de 50 millones de trabajadores/as. La CSA es la organización regional de la Confederación Sindical Internacional (CSI).

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